
Desenvuelta la dicha, así
convencida en su afán
de propiciar el goce delectante,
arrobado en este íntimo pensamiento,
el que provoca que derrame
todo mi contenido en la luz.
Y nada sostengo. La mirada
-deleble paisaje en la tuya-
apenas dulcifica lo que fui.
Ahora, escarcha.
Frío fulgor.
Abedules.
Rafael López Blázquez.
Ávila. 1957.