viernes, 29 de febrero de 2008
Se duerme en mi hombro
Se duerme en mi hombro,
la entonación de otro tiempo.
Vertiginosos episodios regresan
y se abrazan a mi encuentro.
El hospital regala a destajo
desasosiego, sed y desierto,
vaso de agua oxigenada
en mesita de noche silenciosa.
En el alféizar de la ventana
el alivio espera una invitación.
El cielo duele en los ojos
vidriados, legañosos, resecos,
alfileres en los párpados,
resistentes aunque maltrechos
marcan la madrugada
larga, extensa y dilatada.
Las ambulancias gritan
el vacío eterno del adiós.
la entonación de otro tiempo.
Vertiginosos episodios regresan
y se abrazan a mi encuentro.
El hospital regala a destajo
desasosiego, sed y desierto,
vaso de agua oxigenada
en mesita de noche silenciosa.
En el alféizar de la ventana
el alivio espera una invitación.
El cielo duele en los ojos
vidriados, legañosos, resecos,
alfileres en los párpados,
resistentes aunque maltrechos
marcan la madrugada
larga, extensa y dilatada.
Las ambulancias gritan
el vacío eterno del adiós.
jueves, 28 de febrero de 2008
En la cortina del salón
En la cortina del salón,
la claridad del mediodía
se detiene, transfigurándose
de suavísimos matices crema.
Umbral expirado de tiempo
que denota con templanza,
el goce desconcertante de instantes,
perennes en el dulce encanto
de saberlos con nosotros.
la claridad del mediodía
se detiene, transfigurándose
de suavísimos matices crema.
Umbral expirado de tiempo
que denota con templanza,
el goce desconcertante de instantes,
perennes en el dulce encanto
de saberlos con nosotros.
miércoles, 27 de febrero de 2008
Mamá se hunde en la cama
Mamá se hunde en la cama,
los monitores guiñan guarismos
y el dolor desvelado se retuerce
en las gruesas sábanas blancas.
Las horas no levantan del suelo,
el murmullo de las otras habitaciones
indica que aún es temprano,
queda todavía para el esperado silencio,
que recorre los abigarrados pasillos
e inflama los lamentos sudorosos.
Marmórea garganta perforada
de respiración entrecortada, dura
rompiendo el hilo de seda
en la madrugada oscura.
los monitores guiñan guarismos
y el dolor desvelado se retuerce
en las gruesas sábanas blancas.
Las horas no levantan del suelo,
el murmullo de las otras habitaciones
indica que aún es temprano,
queda todavía para el esperado silencio,
que recorre los abigarrados pasillos
e inflama los lamentos sudorosos.
Marmórea garganta perforada
de respiración entrecortada, dura
rompiendo el hilo de seda
en la madrugada oscura.
martes, 26 de febrero de 2008
Sostenido en la lengua, un balbuceo
Sostenido en la lengua, un balbuceo
define la estupefacción del día,
perplejidad, inusitada y extraña,
vislumbrada tan de mañana.
La lluvia engalanó la desnudez
de los árboles adormecidos;
trémulas gotitas lucen en sus ramas,
hasta que la brisa intempestiva,
se lleva sus menudas sombras.
define la estupefacción del día,
perplejidad, inusitada y extraña,
vislumbrada tan de mañana.
La lluvia engalanó la desnudez
de los árboles adormecidos;
trémulas gotitas lucen en sus ramas,
hasta que la brisa intempestiva,
se lleva sus menudas sombras.
lunes, 25 de febrero de 2008
En el deseo se retiene, se ausenta
En el deseo se retiene, se ausenta
con las penumbras amarradas a la distancia,
indecente, sonora, vespertina, agitadora,
abrazada al espíritu que huye de él.
Clavado de envés y revés, entre el alma
y la duda incierta que nos permite continuar,
despedir, afirmar, insistir, ajeno a lo que ha de venir,
sin esperar nada a cambio, sólo el silencio de quienes lo usan.
Contraigo el mal no por solidaridad, quizás por hastío;
dónde quede, pasaré de largo para no medir aproximaciones
ni certezas; él va a sabiendas que cumplo, escribo y digo:
cierro los párpados antes que lo haga el odio.
con las penumbras amarradas a la distancia,
indecente, sonora, vespertina, agitadora,
abrazada al espíritu que huye de él.
Clavado de envés y revés, entre el alma
y la duda incierta que nos permite continuar,
despedir, afirmar, insistir, ajeno a lo que ha de venir,
sin esperar nada a cambio, sólo el silencio de quienes lo usan.
Contraigo el mal no por solidaridad, quizás por hastío;
dónde quede, pasaré de largo para no medir aproximaciones
ni certezas; él va a sabiendas que cumplo, escribo y digo:
cierro los párpados antes que lo haga el odio.
domingo, 24 de febrero de 2008
El roce enervado
El roce enervado
del deseo que no se decide
y, sin embargo, proclamo,
sin ecos, júbilos o desvaríos,
simplemente en silencio.
La insignia del beso robado
en la imagen desnuda,
alberga la fragancia,
de mis manos en tus senos
que pulsan lo arcano.
Ensalivo tu amor,
con el verso sediento
del poema sin propósito,
en el tiempo proscrito
que hallo en tus labios.
del deseo que no se decide
y, sin embargo, proclamo,
sin ecos, júbilos o desvaríos,
simplemente en silencio.
La insignia del beso robado
en la imagen desnuda,
alberga la fragancia,
de mis manos en tus senos
que pulsan lo arcano.
Ensalivo tu amor,
con el verso sediento
del poema sin propósito,
en el tiempo proscrito
que hallo en tus labios.
sábado, 23 de febrero de 2008
La mueca del interminable
La mueca del interminable y
permanente acabose, acompaña
mi sombra sin musitar palabras.
Temo mirarla frente a frente
y esquivo su dureza
de escarabajo negro azabache.
Niego su existencia sin éxito,
pues su lenta respiración,
acomodada a mi derredor,
suscita la inquietud del alba.
Sobre la línea del cielo nocturno
raya en una extensión violeta,
la credulidad del mañana.
permanente acabose, acompaña
mi sombra sin musitar palabras.
Temo mirarla frente a frente
y esquivo su dureza
de escarabajo negro azabache.
Niego su existencia sin éxito,
pues su lenta respiración,
acomodada a mi derredor,
suscita la inquietud del alba.
Sobre la línea del cielo nocturno
raya en una extensión violeta,
la credulidad del mañana.
viernes, 22 de febrero de 2008
El Poeta se ríe de sí mismo
El Poeta se ríe de sí mismo,
no es para menos pensarlo,
se auxilia su prominente calva
arrascándosela con el dedo índice,
mientras mordisquea el pequeño lápiz
a la espera del paciente verso
no es para menos pensarlo,
se auxilia su prominente calva
arrascándosela con el dedo índice,
mientras mordisquea el pequeño lápiz
a la espera del paciente verso
jueves, 21 de febrero de 2008
El libro huérfano de manos
El libro huérfano de manos,
reposa la soledad paciente
sobre el cristal de la mesa.
¿ Quién cubrirá su frío lomo
después de tan larga espera..?
Y más aún,
¿ Qué escrutadores ojos
velarán su duermevela..?
reposa la soledad paciente
sobre el cristal de la mesa.
¿ Quién cubrirá su frío lomo
después de tan larga espera..?
Y más aún,
¿ Qué escrutadores ojos
velarán su duermevela..?
lunes, 18 de febrero de 2008
Ahora que el momento
Ahora que el momento,
es el lugar,
siento la necesidad,
entonces,
de hilvanar palabras,
para después,
ponerlas en tu boca...
Ya no es el momento...
Pero es el mismo lugar,
y siento la necesidad,
ahora,
de tejer silencios,
para después,
pensar en tu boca,
desde mi boca.
es el lugar,
siento la necesidad,
entonces,
de hilvanar palabras,
para después,
ponerlas en tu boca...
Ya no es el momento...
Pero es el mismo lugar,
y siento la necesidad,
ahora,
de tejer silencios,
para después,
pensar en tu boca,
desde mi boca.
domingo, 17 de febrero de 2008
Desde aquí contemplo
Desde aquí contemplo,
y logro olvidar,
-por un solo instante-
la búsqueda que no cesa.
En ese reducido espacio
de distraída calma,
quedo absorto,
y entonces vienes a mí.
No albergo más dicha
que tu breve estancia,
con ello me basta
¡Puedo tocar con los dedos
el paisaje del alma !
y logro olvidar,
-por un solo instante-
la búsqueda que no cesa.
En ese reducido espacio
de distraída calma,
quedo absorto,
y entonces vienes a mí.
No albergo más dicha
que tu breve estancia,
con ello me basta
¡Puedo tocar con los dedos
el paisaje del alma !
sábado, 16 de febrero de 2008
Paz de los altivos montes
Paz de lo altivos montes
perfilados de duras encinas,
la anochecida os traga
en el plateado enigma.
Derrotados los amarillos altivos,
sacia la frescura nocturna
los límites que declama,
en la frondosa serenidad
todo la sierra en calma.
perfilados de duras encinas,
la anochecida os traga
en el plateado enigma.
Derrotados los amarillos altivos,
sacia la frescura nocturna
los límites que declama,
en la frondosa serenidad
todo la sierra en calma.
viernes, 15 de febrero de 2008
¡ Qué es este estremecimiento que deshace...
¡ Qué es este estremecimiento que deshace
-sin el menor recato y pudor-
la somnolencia de esta tarde malva,
de efluvios nacientes en la fresca y tersa hierba,
de la alhucema florecida de azul o
del laureado romero salpicado de añil..?
¿ Qué desazón me trastorna los sentidos
-adormecidos en la media tarde-
entre altivos y erguidos pinos,
con sus hojas de aguja que cosen al sol,
la lavandera blanca que balancea su cola, y
la abubilla sorprendida en su estirada cresta..?
La profunda lentitud de las horas traspuestas
de ese intermedio vespertino de naranja dulce
en el vientre del cielo y arrebol en su pecho,
con la espalda pegada al suelo y la vista al cielo,
contemplo las viajeras nubes con destino incierto.
-sin el menor recato y pudor-
la somnolencia de esta tarde malva,
de efluvios nacientes en la fresca y tersa hierba,
de la alhucema florecida de azul o
del laureado romero salpicado de añil..?
¿ Qué desazón me trastorna los sentidos
-adormecidos en la media tarde-
entre altivos y erguidos pinos,
con sus hojas de aguja que cosen al sol,
la lavandera blanca que balancea su cola, y
la abubilla sorprendida en su estirada cresta..?
La profunda lentitud de las horas traspuestas
de ese intermedio vespertino de naranja dulce
en el vientre del cielo y arrebol en su pecho,
con la espalda pegada al suelo y la vista al cielo,
contemplo las viajeras nubes con destino incierto.
jueves, 14 de febrero de 2008
La arboleda atrapa el dorado
La arboleda atrapa el dorado
y el sol se anuncia cansino.
En tropel de mustias nubes
la tarde carmesí se ha ido.
- Dime tú, sombra oscura,
¿ Cuándo llegará la muerte
que a mi tanto me nombra ?
y el sol se anuncia cansino.
En tropel de mustias nubes
la tarde carmesí se ha ido.
- Dime tú, sombra oscura,
¿ Cuándo llegará la muerte
que a mi tanto me nombra ?
miércoles, 13 de febrero de 2008
He venido donde la pausada palabra
He venido donde la pausada palabra,
amasada en la urdimbre de tu pecho,
se hace fuente de agua remansada
que fluye en el continuo tiempo.
La turbiedad del fondo silencioso,
plagado de verdina y olvido pálido,
deja translucir la estancia oculta,
más allá del tenue color de tus labios.
Reposa la existencia en el renacimiento
de las horas tristes que no te hallan,
y de las alegres que ya se fueron.
Ya no estás aquí, es cierto, y
sin embargo, puedo tocar tu deseo
en la punta de los fríos dedos,
que sumerjo en el agua estancada
de los recuerdos que no tengo.
amasada en la urdimbre de tu pecho,
se hace fuente de agua remansada
que fluye en el continuo tiempo.
La turbiedad del fondo silencioso,
plagado de verdina y olvido pálido,
deja translucir la estancia oculta,
más allá del tenue color de tus labios.
Reposa la existencia en el renacimiento
de las horas tristes que no te hallan,
y de las alegres que ya se fueron.
Ya no estás aquí, es cierto, y
sin embargo, puedo tocar tu deseo
en la punta de los fríos dedos,
que sumerjo en el agua estancada
de los recuerdos que no tengo.
martes, 12 de febrero de 2008
Doblega la voz pesarosa
Doblega la voz pesarosa,
el dolor de rojo amanecer,
cautivo del desenlace
en su propio nacimiento.
En cualquier lugar del mundo,
el portentoso albor se erige
sin necesidad de paz.
el dolor de rojo amanecer,
cautivo del desenlace
en su propio nacimiento.
En cualquier lugar del mundo,
el portentoso albor se erige
sin necesidad de paz.
domingo, 10 de febrero de 2008
La sombra del naranjo
La sombra del naranjo
en la cuadriculada acera,
jaspeada por reflejos dorados
entre las verdes hojas clarea.
Murmullo de aliento fresco
que el latido las sienes aligera,
como tropel ardiente y ardoroso
enjugado en pañuelo de seda.
en la cuadriculada acera,
jaspeada por reflejos dorados
entre las verdes hojas clarea.
Murmullo de aliento fresco
que el latido las sienes aligera,
como tropel ardiente y ardoroso
enjugado en pañuelo de seda.
sábado, 9 de febrero de 2008
Afán misericordioso y sincero
Afán misericordioso y sincero
que, desde el primer día,
vino a refugiarse como paria
en el fraternal abrazo
del verso libre y desnudo.
Desasido de impostura,
presuntuosidad, o alabanzas
-efímeras, fútiles, vanas-
quiso acendrar el artificio,
liberar las partículas celestes,
añadir la perseverante espera,
concebir el áureo vuelo
que describe el pensamiento
sobre la linde inasible,
inescrutable del universo poético.
Ímpetu, brío creativo
que asciende en volandas
en pos del sublime hecho:
la belleza en la constancia, y
el poema entre aquellos
anunciando su llegada.
Escancio la desigual palabra
sobre la copa del ansia,
titubeo sobre como refrendar
su actitud desplegada.
Y es ese momento, único y preciso,
próximo al entendimiento
de la cadencia abstracta,
aprieto la solícita poesía
sobre el facistol del alma.
que, desde el primer día,
vino a refugiarse como paria
en el fraternal abrazo
del verso libre y desnudo.
Desasido de impostura,
presuntuosidad, o alabanzas
-efímeras, fútiles, vanas-
quiso acendrar el artificio,
liberar las partículas celestes,
añadir la perseverante espera,
concebir el áureo vuelo
que describe el pensamiento
sobre la linde inasible,
inescrutable del universo poético.
Ímpetu, brío creativo
que asciende en volandas
en pos del sublime hecho:
la belleza en la constancia, y
el poema entre aquellos
anunciando su llegada.
Escancio la desigual palabra
sobre la copa del ansia,
titubeo sobre como refrendar
su actitud desplegada.
Y es ese momento, único y preciso,
próximo al entendimiento
de la cadencia abstracta,
aprieto la solícita poesía
sobre el facistol del alma.
miércoles, 6 de febrero de 2008
¡ Cuánto gozo y esperanza...!
¡ Cuánto gozo y esperanza
en el destello de tus ojos,
extraña y renacida claridad
fanal de luces ambarinas !
¡Cuánto ánimo inveterado
incluido en el cielo,
éste que se halla en el lugar
que sólo tú y yo sabemos !
en el destello de tus ojos,
extraña y renacida claridad
fanal de luces ambarinas !
¡Cuánto ánimo inveterado
incluido en el cielo,
éste que se halla en el lugar
que sólo tú y yo sabemos !
lunes, 4 de febrero de 2008
Ahora, tú serás mi muerte
Ahora, tú serás mi muerte,
para que no tema,ni sufra,
ni advierta el frío olvido
en la lívida penumbra.
Ahora, tú serás mi muerte
para que no me alcance
el venablo envenenado e hiriente
que duerma mis labios.
Ahora, amor mío,
tú serás mi muerte,
para que descanse
en el último hálito
y sea hasta y desde siempre.
para que no tema,ni sufra,
ni advierta el frío olvido
en la lívida penumbra.
Ahora, tú serás mi muerte
para que no me alcance
el venablo envenenado e hiriente
que duerma mis labios.
Ahora, amor mío,
tú serás mi muerte,
para que descanse
en el último hálito
y sea hasta y desde siempre.
domingo, 3 de febrero de 2008
¡ Oh, conocimiento..!
¡ Oh, conocimiento,
fiel traductor de la estética
que nubla mis sentidos, y
los hace vulnerables,
tú,
que arrojas sobre la cerrazón,
el beneplácito de la duda
pero también de la claridad meridiana ..!
Nadie,
desde el sencillo acto,
pude desdeñar tu verdad,
incluida en la creación.
Entonces,
¡ oh, conocimiento liberador,
devuélvenos el epitafio
y rescátanos de la oscuridad !
fiel traductor de la estética
que nubla mis sentidos, y
los hace vulnerables,
tú,
que arrojas sobre la cerrazón,
el beneplácito de la duda
pero también de la claridad meridiana ..!
Nadie,
desde el sencillo acto,
pude desdeñar tu verdad,
incluida en la creación.
Entonces,
¡ oh, conocimiento liberador,
devuélvenos el epitafio
y rescátanos de la oscuridad !
sábado, 2 de febrero de 2008
Afán misericordioso y sincero
Afán misericordioso y sincero
que, desde el primer día,
vino a refugiarse como paria
en el fraternal abrazo
del verso libre y desnudo.
Desasido de impostura
presuntuosidad o alabanzas
- efímeras,fútiles, vanas -,
quiso acendrar el artificio,
liberar las partículas celestes,
añadir la perseverante espera,
que, desde el primer día,
vino a refugiarse como paria
en el fraternal abrazo
del verso libre y desnudo.
Desasido de impostura
presuntuosidad o alabanzas
- efímeras,fútiles, vanas -,
quiso acendrar el artificio,
liberar las partículas celestes,
añadir la perseverante espera,
concebir el áureo vuelo
que describe el pensamiento
sobre la linde inasible,
inescrutable del universo poético.
Ímpetu y brío creativo
que asciende en volandas
en pos del sublime hecho:
la belleza en la constancia, y
el poema entre aquellos
anunciando su llegada.
Escancio la desigual palabra
sobre la copa del ansia,
titubeo sobre como refrendar
su actitud desplegada.
Y es ese momento, único y preciso,
próximo al entendimiento
de la cadencia abstracta,
aprieto la solícita poesía
sobre el facistol del alma.
que describe el pensamiento
sobre la linde inasible,
inescrutable del universo poético.
Ímpetu y brío creativo
que asciende en volandas
en pos del sublime hecho:
la belleza en la constancia, y
el poema entre aquellos
anunciando su llegada.
Escancio la desigual palabra
sobre la copa del ansia,
titubeo sobre como refrendar
su actitud desplegada.
Y es ese momento, único y preciso,
próximo al entendimiento
de la cadencia abstracta,
aprieto la solícita poesía
sobre el facistol del alma.
viernes, 1 de febrero de 2008
Descubro en la dormida fuente
Descubro en la dormida fuente,
la soledad de las ondas marchitas,
la turbiedad y lividez de su ocaso:
adivinación de la noche encendida.
Flujo de cristalino goteo,
dejó hipnótica metáfora desvelada,
asombro de la oblícua mirada,
espejo de un sueño postrero
Caudal mudo que anuncia,
con voz sumergida y oferente,
el deseo de vana esperanza
en alma perdida y ausente.
la soledad de las ondas marchitas,
la turbiedad y lividez de su ocaso:
adivinación de la noche encendida.
Flujo de cristalino goteo,
dejó hipnótica metáfora desvelada,
asombro de la oblícua mirada,
espejo de un sueño postrero
Caudal mudo que anuncia,
con voz sumergida y oferente,
el deseo de vana esperanza
en alma perdida y ausente.
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