miércoles, 13 de febrero de 2008

He venido donde la pausada palabra

He venido donde la pausada palabra,
amasada en la urdimbre de tu pecho,
se hace fuente de agua remansada
que fluye en el continuo tiempo.
La turbiedad del fondo silencioso,
plagado de verdina y olvido pálido,

deja translucir la estancia oculta,
más allá del tenue color de tus labios.

Reposa la existencia en el renacimiento
de las horas tristes que no te hallan,
y de las alegres que ya se fueron.
Ya no estás aquí, es cierto, y
sin embargo, puedo tocar tu deseo
en la punta de los fríos dedos,
que sumerjo en el agua estancada
de los recuerdos que no tengo.

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