martes, 22 de enero de 2008

La tarde de colores dulces

La tarde de colores dulces
suaves, cálidos, descubre un cielo
infinito, sosegado, celeste.
Y, mientras las últimas luces
acuden presurosas al horizonte,
inflamando de tul naranja
la inmediatez de la penumbra,
un breve silencio asciende y
debilita al rumor nocturno.
Entonces, la creciente intimidad
en un leve suspiro asiente,
el azul inmenso rodea
cuánto el alma no puede.

No hay comentarios: