jueves, 5 de junio de 2008
Llevo una doblez en el corazón
Llevo una doblez en el corazón
que la solivianta, inflamada
por lo que me duele.
Es un dolor antiguo como las piedras
que respiran soledad y olvido,
y tan excelso como la lluvia
en este espacio que habito.
Se volvió de viejo la vida
y me miró a los ojos.
No pidió nada a cambio.
Me quedé refugiado en el tiempo
de los limones amarillos.
Acidez en dientes y boca,
agrestes de la memoria herida
Insomnio.1947.
Remedios Varo Uranga.
1908 Anglés (Gerona).1963 Ciudad de Méjico.
que la solivianta, inflamada
por lo que me duele.
Es un dolor antiguo como las piedras
que respiran soledad y olvido,
y tan excelso como la lluvia
en este espacio que habito.
Se volvió de viejo la vida
y me miró a los ojos.
No pidió nada a cambio.
Me quedé refugiado en el tiempo
de los limones amarillos.
Acidez en dientes y boca,
agrestes de la memoria herida
Insomnio.1947.
Remedios Varo Uranga.
1908 Anglés (Gerona).1963 Ciudad de Méjico.
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2 comentarios:
Hola Pedro,
Hoy amanecí especialmente desesperanzada y este poema me ha hecho brotar gotitas de solitaria nostalgia. Gracias.
... en el color dulce de los colores dulces...
La nostalgía nos embarga porque la vida tiene el labio torcido y, a veces, no sabemos como curvarlo para esbozar esa tímida sonrisa que nos indica como avanzar hacia la luz.
Así que... ¡¡ vivan las curvas !!
¡¡...qué no nos roben la alegría !!
Pedro Luis Ibáñez Lérida.
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