martes, 9 de septiembre de 2008

No hay hilos que enhebrar






















No hay hilos que enhebrar, y, sin embargo,
advierto la pureza del ojo de la aguja.
Su finísima punta hiere pero su ojo es de agua.

Por él se pierde el vacío.




Oil and Ink on Canvas. 2002.
Daniel Richter.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

La sabiduría está en saber ver la belleza en las cosas cotidianas.
¡Qué hermosos versos!
Hacen de este hoy un día lleno de luz.
Un abrazo.

La sonrisa de Hiperion dijo...

La fiereza de la agudeza, que se clava en lo más adentro, porque quien es agudo, ve mas defectos de la cuenta.
Saludos

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

... desde el reflejo herido en la palabra que, sin embargo, comparte
la intimidad de la belleza invisible...

Gracias Sacra por hollar la senda que entrecruza nuestros pasos.

Un beso de vida.

Pedro Luis Ibáñez Lérida.

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

... tu visita alienta el goce por sabernos amantes de La Palabra Poética...

Un abrazo de vida, Compañero Antonio.

Pedro Luis Ibáñez Lérida

Leo dijo...

A veces, el reflejo de la luz
en el metal, en el fino y pulido acero parpadeado del ojo y su aguja, punza el iris curioso del que espera para ver el hilo bucear tan breve lago. Luego su agudeza
duda, tiembla, plañe, pestañea.

Muy bonitos versos y acertados los comentarios de tus amigos.

Un abrazo desde el Patio

Alf. dijo...

prueba a coser arena como madeja.
por cierto no me jodas: la fiereza de la agudeza? la poesía, la literatura tiene que querer decir algo, la pretensión, la estupidez, juntar tres palabras rimbonbantes es patetico. Lo digo por la sonrisa de hiperión, no por ti que siempre es un placer leerte.

dulce dijo...

Me puede significar tantas cosas. Más que poema me pareció un postulado... relaciones, esperanzas, uno mismo.
Un enorme beso.

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

... gracias Dulce por estar ahí y dejar la ternura a su libre albedrío.

Besos de vida.

Pedro Luis Ibáñez Lérida.