viernes, 20 de junio de 2008

Me duele la sangre a voces

Me duele la sangre a voces,
arista hiriente y ávida
que apuntilla con frenesí
el costado herido y roto.
Hendido por la tormenta,
partido en tantos trozos
como devore el cuchillo,
con lágrimas de herrumbre
y óxido en la garganta,
voy en desnudo silencio
para que nadie me cuente,
para que nadie me llame.






El sol me calienta los pies desnudos.



Autorretrato. 1933.
Oscar Domínguez.
La Laguna (Tenerife), 1906 - París, 1957.

4 comentarios:

loca_poetisa dijo...

Y nadie te llamará, ni te contará. Pero alguien te pensará... También ausente y herido por tu silencio.

Beso & abrazo.

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

Gracias por hacer de La Poesía la propia vida...

Encuentros de resonancias ufanas por el cálido sentir. El que haces patente en cada visita.

La orilla del mar
está en tu voz.

Un beso de vida.

Pedro Luis Ibáñez Lérida

Anónimo dijo...

Me gusta aunque es doloroso.

UN besazo lleno de versos!

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

... el dolor, es un suceso que trasciende y ocurre:

iris agrisado por el frío.

... el dolor, es un puntal de la pesadumbre:

verano de ciudad enferma.

... el dolor, también nos hace crecer:

escabel sobre el que nos ponemos de pie.

... tras el dolor, hay esperanza:

desde aquí, la carretera no está señalizada.

Eres increíble.

BErSAZOS.

Pedro Luis Ibáñez Lérida.