viernes, 9 de mayo de 2008
De parte a parte, hundes la mirada
De parte a parte, hundes la mirada
en ti misma, antes de ofrecérmela
-espléndida, serena, entera, generosa-.
Hay un brillo que se hace solícito de mí,
provoca este estado de plena conciencia,
de perdición y embriaguez festiva.
Entonces, como si de un cíclope
se tratara,nuestros ojos se aproximan
-breves, silencioso, pausados, hermosos-,
los unos a los otros, hasta quedar uno solo.
En esa soledad de ojos, sólo estamos los dos,
y lo demás permanece ausente. No es.
Las palabras no son necesaria y útiles
por que en un solo ojo, cabemos tu y yo.
Sin título. Ali Elvis. Viena.1982
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