lunes, 19 de mayo de 2008

Me aprieto a mí mismo

Me aprieto a mí mismo
para no descuajaringarme,

para no tener que buscar

los pequeños fragmentos
en los que me rompo.
Tu sangre me acompaña,
caudalosa, emergente, apropiada
del gesto que nos identifica
como lugares encontrados.


No es tiempo de certezas.

Siento con emoción tu piedra

en el zapato viejo y roto.



La nuit etoilee.Vincent van Gohg.
Zundert. 1853. Auvers sur Oise. 1890.

4 comentarios:

loca_poetisa dijo...

Si alguno de tus fragmentos llegara a mis manos... limaría sus muescas y aristas para encajarlo, suave y mimado, de nuevo en tus haberes.

Anónimo dijo...

Tienen que volver los no-tiempos para cambiar el tono de voz en tu poesía ;)

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

... la dulzura como germen de bondad y elegancia.

Es una alegría saberme en tus manos, para después ensamblar ese hermoso gesto de cariño y amistad en mí mismo.

Gracias, Eva por tus bienhechores deseos.

Un beso de vida.

Pedro Luis Ibáñez Lérida.

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

Nunca me desprendo de los notiempos vividos contigo. Ellos permanecen habitando espacio, poemas y voz.

La Poesía se adentra para proferir su propia naturaleza. La belleza se aproxima con pasos suaves para taparte los ojos y pedirte que la adivines...

BErSOS reVErSADOS.

Pedro Luis ibáñez Lérida.