lunes, 21 de abril de 2008
Hoy , no he visto tus ojos como siempre
Hoy, no he visto tus ojos como siempre,
quizás, una mirada algo distraída,
como asomada desde una barandilla
hacia el hueco de la escalera,
sin un destino cierto.
Y, aunque sonreías, denote
un aire distinto, no era el tuyo,
traías la llovizna sobre las mejillas,
y el semblante de cielo entreabierto,
describía el distante eco de tu voz.
Tal vez, sean apreciaciones infundadas,
o temores que se hacen, al igual que éste, versos
Lo siento... albergo tanto de ti,
que no puedo evitar recrearme,
coincidir con ellos y escrutarlos.
quizás, una mirada algo distraída,
como asomada desde una barandilla
hacia el hueco de la escalera,
sin un destino cierto.
Y, aunque sonreías, denote
un aire distinto, no era el tuyo,
traías la llovizna sobre las mejillas,
y el semblante de cielo entreabierto,
describía el distante eco de tu voz.
Tal vez, sean apreciaciones infundadas,
o temores que se hacen, al igual que éste, versos
Lo siento... albergo tanto de ti,
que no puedo evitar recrearme,
coincidir con ellos y escrutarlos.
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2 comentarios:
No todos los días los ojos tienen el mismo brillo, hay muchos motivos que pueden alterar el estado normal. Cada persona contiene un universo en sí mismo.
Me encantó el poema. La frase "traías la llovizna sobre las mejillas" me parece preciosa :)
BeRsos!
Gracias Saray.
"traes la plenitud sobre tus labios,
y el rubor del pañuelo sobre tus ojos"
Eres increíble.
Pedro Luis Ibáñez Lérida
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