No hay lugar en la memoria
en la que no resida tu voz.
Resuena como un eco sordo,
mantenido en vilo y presente.
Me acompaña, sin pedírselo,
en el trabajo, en el balcón,
enla cocina, en el supermercado...
No es lo mismo que su timbre
sea nítido en mi cuello,
que de golpe me alegre
e inmediatamente sucumba.
Era sólo una imagen,
ya no estás.
Ya no somos.
viernes, 4 de abril de 2008
No hay lugar en la memoria
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2 comentarios:
Me he quedado sin saber qué comentar. Quizás sea un poco como el "entre líneas", que por más que haya habído todo eso... no es suficiente.
Pero no quiero que te sientas así. Tú no. Ya pasé yo por aquello y no es agradable. Captura todos los momentos felices que tienens al día y haz poemas de ellos, sonríe y no te apagues :)
Un BeRso
... como siempre, dónde siempre...
como no, tú...
Gracias por trasladarme tu alegría. Se contagia. Se palpa. Es sanadora.
BErSOS de vida.
Pedro Luís Ibáñez Lérida.
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